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Software Libre: ¿Rebeldía Estéril of Física Cuántica?

En Consumer.es, Alexey Pazhitnov (creador de Tetris) dice que El software libre sólo es una rebeldía estéril, y se pone a opinar acerca de capitalismo versus socialismo.

Creo que reducir esto a “socialismo/capitalismo” es una reacción que sobresimplifica un asunto que es por naturaleza complejo, tomando prestados temas de política para crear miedo, con la idea probablemente de proteger su mercado (como hacer pipí en los árboles si eres canino), y demuestra un problema de entendimiento tanto de los sistemas de libre mercado como de los sistemas socialistas. Me explico:

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El malentendido más bien estriba en pensar en Software como “pelotitas” (productos físicos) en vez de ideas – y proviene de una manera anticuada de ver a la economía. Los hombres de negocios “flojos” sólo pueden pensar en software como un producto físico que se puede vender. Este es el paradigma en el que Pazhitnov se encuentra, y es el paradigma de la industria comercial de software. La sobresimplificación es una necesidad para ellos; por ejemplo, hace algunos años trabajé con alguien que estaba en una casa comercial de software en los 80s, y me dijo: Entonces era muy sencillo saber si a la gente le gustaba tu software – simplemente veías el “Loading Dock” por varios días. Si los camiones regresaban llenos, tu software estaba siendo rechazado. Si regresaban vacíos, a la gente le gusta tu product. Es en realidad tentador que manejar tu negocio sea tan sencillo.

El problema es que, tal como la luz exhibe propiedades de ondas pero también de partículas dependiendo del caso, el software es en muchos casos “ideas” (mi maestro de física decía que la física puede explicar cualquier tema en el mundo, vamos a ver si es cierto).

En realidad no hay solución fija a esta cuestion: Depende del tipo del mercado, el nivel de comoditización del mismo, y el tipo de interacción del software con el usuario, será el nivel de esterilidad o prosperidad de la idea del software libre o fuente abierta.

En videojuegos tiene más sentido que se trate como un producto físico. Lo compras, te gusta, lo juegas y lo desinstalas. Mucho después lo instalas otra vez, lo juegas otra vez, lo desinstalas. Pero en sistemas operativos, que son la base del trabajo de todos, tiene sentido que el software sea ideas. Lo instalas; lo usas para correr programas; lo usas para hacer scripts que atan programas juntos; lo usas para crear otros programas; lo usas para enlazar las máquinas juntas y hacer soluciones; servidores; mercados enteros como el Web 2.0. Cuando utilizas software de esta manera, la idea de que sea un producto y no lo puedas abrir o recompilar es un limitante de mercado muy real.

Entonces, software tratado como ideas crea mercados que son por naturaleza muy diferentes al software tratado como un producto físico. Esto se complica también porque el software por un lado puede ser manufacturado instantáneamente (el día que tengamos “personal fabricators” las economías también van a tener que cambiar). Y por otro lado, el software “nunca está terminado”, así que siempre hay posibilidad de nuevas versiones (aunque el delta de uttilidad de las nuevas versiones en el mercado es mucho menor al costo de las mismas).

En un ambiente donde el software es tratado como ideas (dejemos GPL por un momento y pensemos en licencias más liberales como MIT o BSD para clarificar el modelo), la única barrera a la colaboración es el tiempo que toma a una persona comprender las ideas existentes (el código) de una manera suficientemente eficiente para colaborar con el mismo o bien internalizarlo en un producto. Esta es una inversión importante de tiempo y dinero para una compañía, y una inversión que la gente joven o gente que tiene más tiempo disponible (o una compañía ya sea pequeña o al menos ágil) es más capaz de hacer por su cuenta (porque, como el arte, se vuelve una pasión). Todo esto enfoca a industrias abiertas a hacer dinero en servicios en lugar de en productos (porque es más fácil poner precio a servicios). El problema es que el mercado de servicios es más complejo que el de productos. Las compañías de servicios no pueden descansar en sus laureles – sólo son tan buenas como el servicio que proporcionan hoy, y su flujo de caja puede ser interrumpido en cualquier momento. Una compañía de productos puede navegar en una misma línea de producción por muchos años (Coca Cola, Microsoft) sin problemas de flujo de caja.

También influye el hecho de que las ideas son reutilizables – varias compañías de software como producto pueden colaborar con fuente abierta para un bién común (World of Warcraft-LUA, Apple-Darwin, IBM-un chorro), acabando con un modelo que es parte producto, parte ideas y por ende más complicado de contabilizar. Si eres compañía de producto, típicamente colaboras con ideas hasta que tengas tus necesidades cubiertas y combines para crear un producto. Si eres servicio, das el producto gratis con la compra de un contrato de servicio. Así que los dos modelos tienden a canibalizarse.

Una persona de negocios pragmática (que siempre son los más exitosos) debe pensar que estos modelos están aquí para quedarse y pensar en éstos nuevos términos para decidir en un modelo de trabajo que proporcione ya sea un flujo de caja óptimo o un dominio de mercado total – depende de los objetivos de la compañía, o como físicos cuánticos, tratar de encontrar un modelo mixto que no desaparezca en una implosión nuclear. 🙂

1 Comment

  1. Oscar González

    De acuerdo.. y además creo que se refleja la marcada ideología de la guerra fría, pareciera que lo malo que Alexey le ve al software libre es la libre competencia que creará, tratando de volver al proteccionismo para que en un ambiente controlado los productos puedan florecer, pero… nada más alejado del neo liberalismo donde vivimos, donde sólo los mejores florecerán, entonces si el software libre es bueno, sólo forzará a las empresas a mejorar sus productos, ¿Qué tiene de malo eso?

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